Published: 23/06/2010
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Desde el establecimiento de un sindicato en la planta embotelladora de Coca-Cola en la ciudad de Multan, al sur de Pakistán, en junio del 2009, los miembros han tropezado con amenazas de muerte, secuestro, despidos, extorsión, falsificaciones y fraudes.

La encarnizada reacción de la gerencia a la lucha de los trabajadores por un sindicato es una historia anegada con violencia, corrupción, inmoralidad y creciente delincuencia.

La planta de Multan es parte de Coca-Cola Beverages Pakistan Limited (CCBPL), propiedad conjunta de la embotelladora turca Coca-Cola Icecek (CCI) y The Coca-Cola Company (TCCC) con sede en Atlanta. TCCC, en la cúspide del sistema global de Coca-Cola, ha sido informada acerca de toda acción ilegal de la gerencia de Multan, en cada etapa. ¿Qué está haciendo Coca-Cola, empresa socialmente responsable y recta, en una zambullida como ésta? Los trabajadores de todo el sistema mundial de Coca-Cola exigen respuestas – y quieren que la compañía ponga en orden la operación y respete los derechos de los trabajadores. La historia comienza con…

Extorsión y Chantaje

El Sindicato de empleados de bebidas Coca-Cola se originó en los esfuerzos de sindicalización de la Federación nacional de trabajadores de la alimentación,  bebidas y tabaco (NFFBTW), afiliada a la UITA, integrada también por miembros de otras 3 plantas de Coca-Cola Pakistán.

La reacción de la gerencia a la sindicalización en Multan fue hostil de inmediato. En tanto que la organización sindical se preparaba para su congreso fundacional el 19 de junio del 2009, la gerencia inició una campaña de chantaje y extorsión contra los 36 encargados de ventas y comercialización (SMOs, por su sigla en inglés) en la planta, identificados como activos defensores del sindicato. El 8 de junio, se ordenó a todos los SMOs que firmaran documentos legales sellados y en blanco (el tipo usado para declaraciones juradas o confesiones) y que entregaran cheques personales firmados en blanco. A quienes se rehusaron a esta orden claramente ilegal, se les instruyó permanecer en la planta y excluyó de sus rutas de ventas – dando lugar a la pérdida de comisiones de venta equivalentes a un tercio de su ingreso mensual. Durante 20 días, se acosó a los SMOs para que entregaran estos cheques ilegalmente. Cuatro de los que se negaron fueron por último despedidos,  junto con tres trabajadores “temporarios” empleados directamente en la planta, todos ellos firmes defensores sindicales.

Cuando el 25 de junio la NFFBTW y la UITA informaron a las direcciones de CCBPL y de TCCC en Atlanta acerca de la formación de la nueva organización sindical, una vez que se presentó para registrarse ante el Director de Trabajo del Distrito, la gerencia respondió con mayores ataques contra los dirigentes sindicales en un intento por disolver el sindicato.

Enfrentados con amenazas e intimidación, aún antes del registro de la organización sindical, sus dirigentes adoptaron medidas preventivas entablando el 26 de junio una petición ante la Corte Laboral de Punjab para una “orden de suspensión”, la cual prohíbe que la gerencia tome medidas contra ellos. La gerencia de Coca-Cola Multan violó prontamente la orden de suspensión mediante traslados forzados y despidos. Cuatro de los dirigentes sindicales fueron enviados a sus hogares y se les indicó que no se presentaran a trabajar. El 27 de junio, el presidente del sindicato, Ghulam Rasool, quien ha trabajado en la planta durante 18 años, fue transferido a una lejana ruta de camiones en la provincia de Balochistan al norte, de modo de eliminar el contacto directo con los trabajadores de Multan. Aunque este traslado violó la orden de la Corte, el gerente general de la planta desestimó la ley como “improcedente”: el sindicato entabló denuncias de desacato a la Corte contra la gerencia por violar la orden de suspensión – un procedimiento que implica acusaciones de delito criminal contra la gerencia.

Secuestro…

El intento de registro fue seguido por “visitas nocturnas” a los hogares privados de los dirigentes sindicales los días 27 y 28 de junio; ocho gerentes de Coca-Cola Multan trataron de obligar a los dirigentes sindicales a dejar el sindicato o firmar una carta retirando la solicitud de registro del sindicato. En la mañana del 28 de junio, los gerentes secuestraron al subsecretario del sindicato, Riaz Hussain, encerrándolo en un lugar desconocido y amenazándolo hasta que lo liberaron ese mismo día.

A través de su intervención con TCCC, la UITA aseguró la reincorporación de los dirigentes despedidos y la cancelación del traslado del presidente del sindicato, además de garantías contra todo ulterior acoso e intimidación. Poco después la gerencia local violó estas garantías. Cuando los dirigentes sindicales regresaron a trabajar el 9 de julio, fueron seguidos por guardias de seguridad y personal de gerencia durante todo el turno, generando un clima de temor en el cual los miembros sindicales no pudieron comunicarse con sus representantes.

Manipulación política

La gerencia utilizó sus conexiones políticas para ejercer presión sobre el registrador sindical para que rechazara el registro del sindicato. El 10 de julio, el Director de Trabajo del Distrito sucumbió finalmente. A fin de evitar una extensa disputa legal, el sindicato decidió elevar una segunda solicitud de registro para el mismo sindicato, con el nuevo nombre de People’s Employees Union CC Multan (Sindicato popular de empleados CC Multan). La solicitud está aún a la espera de aprobación…

Amenazas de muerte…

La gerencia local se tornó más desesperada, en la medida que la UITA y la NFFBTW incrementaron su presión para que TCCC y CCBPL respetaran los derechos sindicales en Multan, recurriendo a amenazas de muerte contra los dirigentes sindicales y sus familias. Desconocidos comenzaron a visitar los hogares de los dirigentes sindicales, incluyendo el secretario general, Muhammad Ashiq Bhutta, quien también es secretario nacional de información de la NFFBTW. Trasmitieron un claro mensaje de la gerencia de Coca-Cola Multan: retirarse del sindicato o usted o sus familiares podrían tener “un accidente” y ser heridos o muertos.

Con el respaldo de la UITA y la asistencia de la NFFBTW, las familias de los dirigentes sindicales fueron mudadas rápidamente a un escondite, algunas de ellas hasta una distancia de 300 kms.

Creación de un sindicato de la gerencia

Con el propósito de bloquear aún más toda posibilidad de que los trabajadores lograran el reconocimiento legal de su sindicato, la gerencia estableció su propia ‘organización sindical’, llamada “Workers Welfare (Mazdoor) Union” (Sindicato de protección de los trabajadores Mazdoor). Mediante una combinación de soborno y amenazas, la gerencia de CCBPL Multan obtuvo el registro de su sindicato falso el 13 de agosto.

¿Cuán fraudulento es el fraude? Cuando People’s Employees Union – la organización obrera que Coca-Cola Multan está tratando de destruir– impugnó el intento de la gerencia de registrar su organización, Muhammad Shafi –quien fue  identificado por la gerencia de Multan como el Presidente del Sindicato Mazdoor– presentó una declaración al Ministerio de Trabajo el 23 de octubre, atestiguando que él no era el presidente de esta organización, nunca había elevado una solicitud de registro, no había concurrido a una denominada reunión fundacional y que toda firma con huella digital era una falsificación. La gerencia de CCBPL Multan ordenó a Muhammad Shafi que retirara su declaración. Él se negó y fue sometido a presiones y amenazas. En enero del 2010, la gerencia abordó a su familia y amigos para presionarlo a que retirara su declaración o afrontara el despido.

De sindicato falso a contratista falso de trabajo…

Además de los 7 miembros sindicales despedidos en la primeras etapas de la lucha sindical, el año pasado la gerencia despidió otros 20 empleados directos de Multan que eran miembros sindicales activos. Las cartas de cese fueron emitidas por el ‘Contratista de Trabajo Muhammad Saeed Awan’, a pesar del hecho que estos trabajadores fueron reclutados directamente por CCBPL y nunca recibieron pagos de, oyeron o incluso vieron a Saeed Awan o cualquier representante en ningún momento durante su empleo en CCBPL Multan.

Las cartas de despido no contienen un membrete con dirección del sombrío ‘Contratista de Trabajo Saeed Awan’. La base de datos oficial del gobierno sobre empleadores que pagan el esquema obligatorio de jubilación no incluye a dicha entidad en el registro como que suministra mano de obra a Coca-Cola o cualquier otra empresa en Pakistán. En respuesta a tres diferentes direcciones proporcionadas por la compañía, la caza de Saeed Awan culminó en una reunión en una oficina donde a la persona que afirmaba ser Saeed Awan no le permitieron hablar sus “supervisores” enviados por la gerencia superior de CCBPL. Al rastrear la fuente de las cartas registradas de cese del Contratista de Trabajo Saeed Awan montado precipitadamente, se halló que efectivamente fueron franqueadas desde el domicilio de un ‘encargado de puerta’ de  Multan, quien declaró que no fueron escritas por él sino por la gerencia superior, que le ordenó las firmara.

Desde entonces, la organización sindical ha documentado la alteración a gran escala de las tarjetas de seguridad social de los miembros sindicales de Multan. Se ordenó que los miembros sindicales entregaran sus tarjetas, las cuales son devueltas con el añadido de “contratista Saeed Awan” en diferente tinta, luego de “fábrica Coca-Cola”.

Mediante una tosca falsificación de documentos oficiales y fraude a gran escala, la gerencia intenta establecer la ficción de que los miembros sindicales en CCBPL no son empleados en realidad por la compañía donde tienen muchos años de servicio. Por supuesto, esto los excluiría de toda relación de negociación colectiva con Coca-Cola …si el Contratista de Trabajo Saeed Awan existiera de verdad. No obstante, si así fuera, entonces CCBPL sería culpable aún de más delitos bajo la ley de Pakistán, ya que no existe disposición legal alguna para una “agencia de reclutamiento” que deja a los trabajadores bajo la condición de “trabajador contratado” no empleado directamente por la empresa usuaria.

Nuevas amenazas

No contenta con la extorsión, el fraude, el secuestro, los despidos ilegales, el desacato a la corte y la interferencia al proceso judicial (trabando el registro del sindicato), la gerencia de Multan recientemente ofreció el uso de sus instalaciones a Moeen Qureshi, un político bien conectado, ex ministro de deportes del estado de Punjab y primo y cuñado de Amir Qureshi, Director de la Unidad Comercial del Sur de CCBPL. En varias ocasiones, Moeen Qureshi se instaló por sí mismo en la oficina del gerente fabril de RRHH y convocó a reuniones a miembros sindicales, con amenazas y advertencias de suspender su conexión con el sindicato.

La gerencia de Coca-Cola Multan es tan inescrupulosa como desesperada por bloquear el ejercicio de los derechos de los trabajadores. A pesar de todos estos actos ilegales y la implacable hostilidad antisindical de la gerencia durante casi un año, los directivos sindicales y sus defensores se mantienen inconmovibles en su determinación de obtener el reconocimiento del sindicato y convertirse en los miembros más nuevos de la UITA en el sistema Coca-Cola.

La situación en Multan ha llegado al punto de ebullición. La UITA responsabiliza a TCCC en Atlanta por lo que suceda en las operaciones de sus embotelladoras en el mundo entero. La violencia, los despidos y las presiones sobre los trabajadores para impedir los derechos y el reconocimiento sindicales son delitos graves.

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